LA FORMA DE VIDA DE LOS VIKINGOS

EL ORIGEN DE LA PALABRA VIKINGO sigue siendo oscuro y discutido. En antiguo nórdico, vik significa cala o pequeña bahía, lo que indujo a ciertos especialistas en semántica a deducir que los hombres llamados vikingos se establecían en las calas, desde las cuales lanzaban sus expediciones de pillaje. También podríamos hacer derivar la palabra vikingo de Viken, nombre dado a la región del fiordo de Oslo. Quizá los vikingos fueron en origen gente que procedía de esta región. En los países que asolaron, nunca se les conoció por el nombre de vikingos. Para la mayoría de los habitantes de Europa occidental, eran los hombres del norte, los Northme. Los autores de los anales francos utilizaban generalmente el término de normandos (normandi), más raramente el de daneses (dani), limitándose en la mayoría de los casos a denominarles piratas. Los cronistas eclesiásticos les designan casi siempre con el término paganos. Los anglosajones les llamaban danes, cualquiera que fuese su origen. Para los irlandeses, eran los lochlannach, y su patria era Lochlann, el país de los lochs o lagos. También les llamaban gall (los extranjeros), haciendo una distinción entre los extranjeros blancos, que eran los noruegos y los extranjeros negros, los daneses. Algunas crónicas alemanas les designan con el nombre de ascomanni (los hombres del fresno), quizás porque utilizaban esta madera para construir sus barcos. Los árabes de España les aplicaban el término magus (infieles). Para los autores bizantinos y árabes eran los rus, nombre que parece venir de la palabra sueca ruotsi (los remeros). Por último, hacia el final de la era vikinga, los griegos les llamaban varegos (varingjiar en antiguo nórdico). En la época de los vikingos, el sustantivo vikingo se aplicaba a la expedición. El que participaba en ella era un vikingo.

LA EDAD DEL HIERRO: LOS ORÍGENES DE LA ÉPOCA VIKINGA

Hacia mediados del primer milenio a.C. tuvo lugar otra revolución tecnológica, cuando el hierro sustituyó al bronce como material para la mayoría de las herramientas y armas. La idea de usar hierro se introdujo, como el uso del bronce, desde Europa central, pero esta vez el metal no tuvo que ser importado. En los lechos de los lagos de Noruega, Suecia y Dinamarca hay abundantes fuentes de mineral de hierro que se puede conseguir fácilmente. Conocidos como mineral de pantano o mineral de lago, estos depósitos se sacaban a la luz sin necesidad de ser excavados. El mineral en sí no es de gran calidad y contiene muchas impurezas, pero los escandinavos aprendieron pronto a extraer hierro utilizable fundiéndolo en hornos sencillos. Al principio, las herramientas y armas hechas por los herreros de los comienzos de la Edad del Hierro eran pocas y sencillas, pero la habilidad y el repertorio de los artesanos escandinavos aumentaron a lo largo de los siglos hasta que sus productos estuvieron en pie de igualdad con cualquier otro hecho en otro lugar de Europa

LA ORFEBRERÍA Y EL ARTE BRONCISTA

El oro y la plata se usaban para hacer joyas y otros adornos para los miembros distinguidos de la sociedad.

El oro era más apreciado que la plata. En los siglos que precedieron al período vikingo, llegaron a Escandinavia grandes cantidades de monedas de oro de fines del período romano, particularmente a Gotland y Jutlandia meridional y algunas de ellas pudieron ser usadas por orfebres de la época vikinga para hacer collares y pulseras y también broches, los cuales estaban cargados de adornos con filigranas y granulación.

La plata se usaba para damasquinar dibujos en otros metales, especialmente el hierro, como en el hacha de Mammen, y también se usaba para broches, colgantes y cadenas, así como los collares y pulseras de varios patrones peso, que servían como forma de pago en una época en que se usaba poco la moneda. Se encuentran sobre todo en tesoros de plata: muchos son llanos y simples, pero otros consisten en hilos de plata trenzados y complejamente retorcidos. Los innumerables desechos de aros troceados, conocidos como plata de corte, que se han encontrado, también son una señal de que las transacciones comerciales se pagaban en planta que se pesaba. Los platillos de los comerciantes, usados para pesar trozos cortados de plata, se encuentran a menudo en las tumbas del período vikingo en Escandinavia. Hasta mediados del siglo X, la mayor parte de la plata que entraba en Escandinavia venía de las minas de Transoxiana en Asia central, entonces parte de un gran territorio gobernado por árabes musulmanes, que se extendía desde Bagdad hasta las fronteras de la India. La plata se traía a Escandinavia generalmente en forma de monedas. A finales del período estos suministros fueron sustituidos por plata procedente de minas de Europa central.

El bronce Las mujeres y los hombres de las clases inferiores de la sociedad tenían que contentarse con joyas de metales de baja ley, generalmente bronce, a veces dorado con la intención de hacerlo parecer más refinado. Se han encontrado fragmentos de moldes de arcilla usados para fundir bronce en varios lugares, particularmente en Ribe, Hedeby y Birka, que hacen suponer que los broncistas eran sobre todo habitantes urbanos. Tuvieron que ser miembros importantes de la comunidad manufacturera, fabricando no sólo joyas de bronce, sino otros objetos de uso diario, como alfileres y agujas, llaves y cerraduras de cajas. Los miembros ricos de la sociedad recurrían a ellos para que les hicieran monturas decorativas para sus arneses y placas que se ponían en los cofres de madera y similares.

Abalorios Los abalorios de vidrio también se hacían por millares. La mayoría de las pruebas provienen de las ciudades o centros mercantiles de los siglos VIII y IX (Ribe, Ahus, Paviken y Kaupang) y los métodos empleados siempre eran idénticos. El vidrio de los vasos que al principio se importaban de Renania, proporcionaban la materia prima (culero) a partir de la cual se hacían los abalorios y pequeños cubos de vidrio de colores vivos, a veces cubiertos con pan de oro, se añadían para lograr distintos tonos y matices.

LITERATURA

Esta supremacía de las viejas letras escandinavas, que ya se justifica bien en el terreno de la prosa (en el que ofrecen todo el variado género de las sagas, con su profusión de relatos históricos, legendarios y mitológicos, así como sustanciosos códigos jurídicos, anales, tratados gramaticales, preceptivas literarias, etc.), no es tampoco menos patente en el campo de la poesía. Tanto por la mayor amplitud de sus temas, como por la peculiar autonomía y originalidad que muestra en la aplicación de sus múltiples recursos formales, la voz antiguo-nórdica resuena aquí poderosa como ninguna en el común concierto de todas aquellas testimoniales literaturas.

SAGAS

En la antigüedad escandinava se llamaba saga a las pequeñas leyendas sobre seres heroicos, mitológicos, etc. Sin embargo, en el siglo XIII apareció en Islandia un género literario al que se aplicó la misma denominación y que no tiene prácticamente relación directa con aquellas antiguas leyendas: la saga propiamente dicha. La palabra islandesa saga quiere decir «lo dicho, lo contado». En general, podríamos traducirla por «narración» y así se puede aplicar también a las historias narrativas escritas en Islandia y Noruega sobre los reyes de este último país. Sin embargo, el sentido fundamental del término ha pasado a referirse fundamentalmente a un tipo determinado de obra literaria que se produjo en Islandia entre los siglos XIII y XIV, aunque hay epígonos posteriores. Si queréis saber más sobre las sagas vikingas, podéis pinchando en mi artículo Las sagas vikingas

LAS RUNAS

Las runas han provocado, casi desde su aparición, largos estudios. Las runas hacen su aparición hacia el año 200. Las runas derivan de las escrituras norditálicas, variantes de la escritura latina clásica, por consiguiente. Las regiones en las que se utilizaban estas escrituras eran conocidas por buen número de tribus germánicas, especialmente escandinavas y son esas tribus las que las difundieron. Surgen con una notable uniformidad en toda el área de expansión germánica y no son de ninguna forma, en el origen, una especialidad escandinava. Existen primero bajo la forma de un «alfabeto» de veinticuatro signos, llamado «futhark», por el nombre de las seis primeras runas. La costumbre es repartirlas en tres grupos de ocho o «aettir». Los signos se graban con un objeto puntiagudo sobre un soporte igualmente duro. Es decir, nos encontramos ante una escritura exclusivamente epigráfica. No hay un texto largo en runas.

LA VIVIENDAS

Los vikingos de Escandinavia construían principalmente con madera, aunque la piedra y el tepe también se usaban en algunas zonas, particularmente en Noruega. No queda nada de las propias casas sobre el nivel de la tierra, y por lo tanto tenemos que fiarnos de la interpretación y reconstrucción de pruebas arqueológicas, recuperadas mediante la excavación, para hacernos una idea de los edificios en los cuales vivían los vikingos. Por ejemplo, las huellas de agujeros de postes en la tierra (que se distinguen del suelo circundante por diferencias de color y textura) permiten a los arqueólogos calcular la longitud y el plano de un edificio construido con madera. La forma básica del edificio era la misma en toda Escandinavia: rectangular, a veces con muros curvos y de longitud variable. La anchura, sin embargo, no solía medir más de cinco metros y dependía de las dimensiones de las vigas de madera que soportaban el techo. Éstas eran a su vez soportadas por dos filas de postes que recorrían la longitud del edificio y lo dividían longitudinalmente en tres secciones, que consistían en una nave central y dos naves laterales bastante más estrechas. Sin embargo, a veces los postes estaban encajados en los muros y éstos entonces soportaban los extremos de los pares del tejado. Esta última disposición proporcionaba un espacio interno ininterrumpido y predominaba hacia finales de la época vikinga. Las mansiones aristocráticas se habrían parecido probablemente a estos edificios rurales, sólo que habrían sido más amplias y más ricamente amuebladas.

FORTIFICACIONES

Las luchas dinásticas y combates armados que acompañaron el proceso de formación del estado tuvieron que hacer del período vikingo una época de gran incertidumbre y agitación. Los pueblos se estaban volviendo más prósperos y necesitaron mayores defensas contra los ataques piratas. A finales del siglo X, los vikingos se habían vuelto expertos constructores de murallas. Antes de aquella época, las fortificaciones en Escandinavia se construían principalmente para definir y proteger fronteras o para proporcionar lugares de refugio a la población en tiempos conflictivos. El ejemplo más notable de obra de defensa lineal es el Danevirke, nombre dado a la serie de murallas construidas en épocas diferentes que juntas forman una cadena de, aproximadamente, treinta kilómetros de largo a través del estrecho sur de Jutlandia.

VIDA DOMÉSTICA

La casa era el centro de la vida vikinga. Allí la gente encontraba calor, alimento y refugio, trabajaban en sus tareas diarias y se relajaban con juegos de mesa, tocando música o escuchando las historias contadas por los poetas sobre los dioses y las hazañas de antiguos héroes. La vida se desarrollaba alrededor del largo hogar central. El fuego de leña raramente se apagaba, pero cuando necesitaba ser reanimado, se hacía golpeando un pedernal contra un eslabón. La carne y el pescado constituían la mayor parte de la dieta. Los animales domesticados (vacas, ovejas, cerdos, cabras y aves de corral) se completaban con la caza y las aves silvestres. Tanto la carne como el pescado se ahumaban, secaban o salaban en verano y otoño para asegurar suficientes provisiones para los largos meses de invierno. La carne se cocinaba principalmente cociéndose en toscos cacharros de barro o cuencos de esteatita fijados en las brasas del fuego, o en un caldero de hierro. Se hacían ganchos de hierro para sacar la carne del líquido hirviendo. Ocasionalmente, un corte especialmente tierno podía asarse en una brocheta. El pan se hacía con cebada, centeno y legumbres y, más raramente, trigo. La harina se molía a mano con piedras de amolar circulares o molinillos de mano. Éstos han sobrevivido en abundancia y particularmente en el sur de Escandinavia, eran a menudo hechos de piedra de lava importada de Renania, Alemania. El pan era ácimo y se cocería sobre el fuego en una placa de metal o de piedra para hacer una torta bastante espesa o un bizcocho a la plancha. Las verduras se cultivaban en los campos adyacentes, y las bayas y otras frutas se cogían en los bosques o incluso se importaban. El descubrimiento de huesos de ciruela en fosos de basuras en Hedeby sugiere que se traían de Europa central, por ejemplo. El queso se hacía con leche de vaca, cabra y oveja, tal vez principalmente como un modo de aprovechar la excedente. Además de mantequilla y queso, sabían hacer una leche espesa llamada «skyr» que, salada y fermentada, podía conservarse comestible durante todo un invierno, guardada en grandes vasijas. También la leche agria era un artículo de gran consumo y muy apreciado. Los platos se lavaban con grandes cantidades de cerveza hecha con cebada y aguamiel hecha con miel fermentada y agua. También se hacía «bjorr», posiblemente un licor fuerte hecho con zumo de fruta fermentada.

LA SALUD DE LOS VIKINGOS

El valor de la dieta de los vikingos viene determinado por un estudio realizado por Ole Klindt-Jensen en Islandia, basado en las costumbres alimentarias que registran las sagas. Los resultados son los siguientes:

La vitamina A la recibían de los pescados, o en último lugar de vísceras tales como el hígado y las huevas, de la carne de ballena y de la carne de león marino. Fueron también una fuente importante de esta vitamina los pájaros marinos, la leche y la mantequilla de los animales sacrificados en otoño. Los víveres, ya fueran secos o salados, podían conservar su riqueza vitamínica durante todo el invierno.

 La vitamina B se la aportaba fácilmente la harina molida con tosquedad; así como otros alimentos resultaban importantes en este aspecto, por ejemplo, el hígado, la yema de huevo, los mariscos, la leche, la mantequilla y el queso.

La vitamina C suponía un problema en una época en que no se conocían las patatas, los limones y determinadas clases de verdura. Pero es probable que las cebollas y las bayas, la carne y el pescado sustituyeran a esos artículos. El escorbuto debió representar un gran papel, pero por lo visto, sólo en contadas ocasiones, por ejemplo, en largos viajes en barco.

La vitamina D, cuya falta produce el raquitismo, se encuentra en los hígados de pescado y en su grasa, pero también  la leche y la mantequilla contienen vitamina D, como asimismo otros productos de los rumiantes. Todo esto significa que la alimentación de los escandinavos de aquellos tiempos era variada, vigorosa y rica en materiales de crecimiento.

UTENSILIOS DE LAS VIVIENDAS

Las copas habrían sido de madera o cerámica, los cuernos para beber también se usaban. Las vasijas de cristal importadas sólo habrían sido usadas por los estratos superiores de la sociedad. Las tazas, cuencos, cucharas y cazos eran de madera y casi todos han desaparecido, ya sea porque se han descompuesto o porque los objetos de madera rotos habrían sido tirados al fuego, como una fuente cómoda de combustible. Algunos ejemplares, sin embargo, se han conservado en tierra anegada. La mayoría tienen aspecto de haber sido tallados a mano, probablemente por miembros de la propia casa, pero algunas vasijas fueron hechas con torno, dando a entender que algunos bienes de la casa también fueron fabricados por carpinteros especializados. El ama de casa también disponía de un bien surtido arsenal de utensilios de cocina para diversos usos. Según muestran los hallazgos realizados en tumbas, de un equipo corriente formaban parte artesas y cubos de madera, vasijas y cubetas, frecuentemente con refuerzos de hierro y cucharas y paletas de madera. El herrero proporcionaba hachas y cuchillos de hierro, espetones y asadores, y cacerolas y ollas de diversos tamaños. Pero la mayor parte de las ollas se fabricaban con esteatita, material duradero y fácilmente moldeable que se extraía sobre todo de Noruega y que seguramente contribuyó de modo decisivo a que durante la época de los vikingos se redujera cada vez más la alfarería.

LA SOCIEDAD VIKINGA

En los albores de la Era Vikinga, la sociedad nórdica era eminentemente rural, a instancias de una aristocracia militar que la mantenía deliberadamente en su sitio: el campo La economía escandinava estaba sustentada en la agricultura, especialmente en el caso danés, y en la ganadería, sobre todo en Noruega. La caza, la pesca o la extracción de metales y minerales podrían considerarse como actividades complementarias, aunque muy valiosas.

En cuanto a la demografía, había pocas ciudades y las poblaciones, que no solían superar el centenar de habitantes, se hallaban dispersas por el sur de la península escandinava, hecho que dificultaba la trashumancia..

CLASES SOCIALES

 

Los hombres del norte desarrollaron un profundo sentido de la colectividad, guiado por un sentimiento de unidad. Después de todo, el sistema comunitario suponía la única forma de afrontar la escasez de recursos, el hábitat disperso y las dificultades climáticasNo tenemos fuentes suficientes para afirmar la existencia de clases sin libertad en la Escandinavia previkinga. Sin embargo, cuando los nórdicos comienzan las incursiones hacen del comercio de esclavos una jugosa fuente de ingresos. El establecimiento de Hedeby (Dinamarca) pasa a ser uno de los principales centros para el tráfico de esclavos Los hombres del norte llevaban a los cautivos a sus países de origen para utilizarlos en el trabajo de la granja o los vendían para enriquecerse. Los países árabes pagaban generosas cantidades de plata por la compra de estos prisioneros. Lamentablemente, el esclavismo fue una dinámica habitual entre los siglos VIII al XI.

En la cúspide social nos encontramos con los jarl y los reyes, figuras que tienden a confundirse. La diferencia entre unos y otros radicaba en el ámbito de actuación. Los jarl eran la máxima autoridad legislativa, militar y religiosa de una región. Disponían de salones rectangulares de grandes dimensiones que servían de local de recepción tanto para las reuniones como para los banquetes, eventos que presidían desde su trono. Dirigían los asuntos privados de su territorio y organizaban las levas cuando era necesario. En cambio, los reyes, nombrados por una mezcla de elección y sucesión, ni gestionaban los asuntos públicos ni podían legislar. Sus funciones se reducían a la organización de tropas en caso de conflicto armado y a la representación diplomática de cara a otros gobernantes extranjeros. El monarca asumió una carga religiosa de notable relevancia, pues fue el gran sacerdote sacrificador de los ritos correspondientes al público.

Los hombres libres (boendr o bôndi) formaban el grupo social mayoritario y el más heterogéneo. Todos ellos tenían como meta enriquecerse. El boendr se corresponde con la polifacética figura del vikingo de a pie, es decir, el granjero, pescador, artesano, deportista, poetas… El escandinavo medio demostró una gran maestría en sus dos ocupaciones principales: la navegación y el comercio. Lógicamente, dentro de los boendr existían varias categorías. Las sagas nos hablan de pequeños y grandes boendr, pero entre ambos extremos hubo una masa considerable de boendr medianos, que fueron los artífices de los barcos vikingos. Esta «clase media» jugó un papel fundamental en la sociedad nórdica. Los grandes terratenientes, procedentes de antiguas y reputadas familias, poseían grandes tierras que eran trabajadas por arrendatarios y, por tanto, contaban con una serie de prerrogativas de las que no disfrutaron los norteños de menor rango. Todos los boendr tenían recursos suficientes para poseer parte de un barco. De hecho, esto era lo que los definía como vikingos  Como hombres libres, los bôndi tenían derecho a portar armas y a participar en el thing. El thing era una asamblea de ámbito regional que se celebraba con asiduidad para establecer leyes, resolver disputas sobre la tierra y juzgar delitos de violencia y robo. Cualquier vikingo podía expresar su opinión. No obstante, las clases dirigentes ejercían un control político y militar sobre el pueblo escandinavo y supieron influir en el sistema asambleario para favorecer sus intereses.

Con el paso del tiempo, el poder fue centralizándose en los reyes y el thing se convirtió en un órgano dependiente de la monarquía.

LAS LEYES VIKINGAS

Los escandinavos desarrollaron un complejo código moral que se transmitió oralmente de generación en generación. La legislación estaba ligada a la religión, la experiencia y las conductas naturales del ser humano. En consecuencia, reconocían el derecho de venganza. Las familias de las víctimas tenían el derecho de vengarse directamente sobre el agresor, pero también sobre sus familiares. La clase de venganza estaba totalmente estipulada en sus leyes según la importancia del delito cometido, la categoría social del culpable y la del ofendido, herido o muerto. La venganza de sangre solía ser sustituida por una compensación económica, pero algunos clanes, para mantener su honor, preferían dar muerte al agresor o a algún miembro de su familia. Curiosamente, en las sagas, es la mujer quien suele rechazar la compensación económica e intenta convencer al marido de que opté por la venganza de sangre. Otras soluciones legales eran la celebración de un duelo entre el ofensor y el agraviado o el destierro del culpable. El desterrado perdía todas sus posesiones y derechos, de modo que cualquiera podía atentar contra su vida sin ser castigado por ello. Cuando el destierro era temporal quedaba prohibido matar al sujeto

HERENCIAS VIKINGAS

El texto legado por el cronista árabe Ibn Fadlan nos ilustra de cómo debía ser el reparto de los bienes de los difuntos vikingos: Si él [el difunto] es rico, reúnen su riqueza y la dividen en tres partes —una para su familia, otra para proporcionarle ropas, y una tercera parte para el nabidh que beben el día en que la esclava es ejecutada y enterrada junto a su amo […].

LOS NIÑOS VIKINGOS

Trineo vikingo

La adultez se alcanzaba entre los doce y los catorce años, dependiendo del lugar y la época, e implicaba una serie de responsabilidades ineludibles. Los padres podían educar a sus hijos de forma indulgente o severa, no había un patrón exclusivo. De los jóvenes varones se esperaba que heredasen las creencias y el modelo de virilidad de sus antepasados, mientras que las pequeñas eran educadas en la obediencia y la sumisión. A pesar de todo, los niños vikingos, como los de cualquier época, disfrutaron de su infancia rodeados de juguetes (por ejemplo, pequeños animales de metal). Desgraciadamente, la mortalidad infantil fue muy elevada en las frías tierras del norte.

LA MUJER

La sociedad vikinga era patriarcal. Los hombres se ocupaban de los asuntos políticos y públicos, relegando a la mujer al plano doméstico. Aun así, las escandinavas ostentaron una posición social más ventajosa que sus «compañeras» árabes y cristianas. Además, gozaron de cierta autonomía, ya que podían heredar, poseer tierras y divorciarse de sus maridos. El matrimonio representaba un vínculo sagrado entre dos clanes, los cuales aprovechaban esta unión para ascender en la escala social y beneficiarse económicamente. Se buscaban matrimonios de conveniencia escogidos por el progenitor, lo que contrasta con el derecho al divorcio. Tras la boda, la mujer seguía debiendo lealtad a su padre (más que al marido), conservaba su apellido y seguía siendo propietaria de su dote, por tanto, si el esposo fallecía podía disponer libremente de sus bienes. Aunque el divorcio estaba legalmente admitido, especialmente en caso de afrenta, era una costumbre poco frecuente porque suponía una desventaja económica para el esposo, ya que tenía que devolver la dote. También implicaba una ofensa para ambas familias y una desventaja socioeconómica. Dentro del matrimonio, la mujer nórdica toleró con naturalidad la poligamia y el concubinato, siempre que las concubinas no pretendieran ocupar su lugar en la casa o restarle autoridad.  En ningún momento eran consideradas como meros objetos de placer, se las respetaba y sus consejos eran escuchados con interés. Cuando su esposo estaba ausente, la familia quedaba a su cargo y llevaba las llaves colgando de su cintura, como signo de autoridad La husfreyja, ayudada por un servicio doméstico que podía ser numeroso, tenía que preparar la comida, velar por el aprovisionamiento de recursos, criar y educar a los niños, cuidar de los pobres y los enfermos, y dedicarse a la tareas de la granja (la lechería, por ejemplo). La señora de la casa era también la guardiana y transmisora de las tradiciones familiares. En sus escasos ratos libres tejía, bordaba o se dedicaba a otros menesteres similares.

LA FAMILIA

La familia, en su más amplio sentido, era la célula base de la sociedad escandinava. No se limitaba a los parientes consanguíneos, incluía también a los amigos cercanos y los hermanos jurados, parientes adoptivos, pobres a cargo de la casa, etc. Todos los miembros del clan, cuya cifra podía sobrepasar la cincuentena, dependían del jefe de familia (husbôndi) y de su mujer (husfreyja), que debían garantizar la suficiencia de recursos. La pobreza de los países nórdicos motivó las expediciones vikingas en busca de bienes que facilitasen su supervivencia. La familia tenía una gran importancia entre los vikingos. Querían a sus hijos. Sin embargo, cuando se veían en la imposibilidad de alimentarlos, a veces preferían sacrificarlos. El viajero árabe Al Tartuschi cuenta que en Hedeby, era frecuente que arrojasen a un recién nacido al mar, prefiriendo eso a criarlo.

La rivalidad entre las esposas o la negativa a reconocer a un hijo podía provocar otra práctica cruel, la de la exposición de los recién nacidos, esto consistía en abandonar a un niño en lugar apartado, a una edad en la que era incapaz de satisfacer sus necesidades.

Mientras que los chicos eran libres de actuar a su antojo, los padres vigilaban que sus hijas conservasen la virginidad hasta el matrimonio.

LOS MATRIMONIOS

eran más cuestión de interés que de sentimientos, pero aquellos que se encargaban de organizarlos procuraban conciliar ambos aspectos. Las sagas y las inscripciones rúnicas demuestran que el sentimiento amoroso existía entre los vikingos. El campesino sueco que confió a la piedra su mensaje para la posteridad nos da un ejemplo: «Después de Hasemyra, nunca habrá una mujer mejor que Odindisa. Era hija de Sigmund, propietario del pueblo. Röd Baler trazó estas runas» 

LA MUJER CASADA   vivía en régimen de comunidad legal que, sin embargo, no se aplicaba a los bienes mobiliarios o inmobiliarios procedentes de herencias recibidas durante el matrimonio.

LA MUJER VIUDA, pasaba bajo la tutela del pariente más próximo, y sólo podía volver a casarse con su consentimiento. Casada o viuda, necesitaba el permiso de su marido o de su tutor legar para disponer de sus bienes inmobiliarios. Sin embargo, según Al Tartuschi, las mujeres que conoció durante su viaje a Hedeby tenían derecho a pedir el divorcio cuando lo deseaban.

POLIGAMIA Se admitía la poligamia, y los vikingos podían tener tantas mujeres como seseasen. Cuando Harald de la Bella Cabellera, rey de Noruega, decidió casarse con Lagnhild de Jutlandia, repudió a otras nueve mujeres. Tener varias mujeres significaba un medio de demostrar la propia riqueza. Adam de Bremen afirmaba que no eran sensibles a las vanidades de este mundo, pero especifica: «Sólo en lo que se refiere a las mujeres no dan pruebas de moderación. Todos tienen dos, tres, o más, según sus medios. Los ricos y los jefes las tienen en gran número»

Cuando una concubina compartía durante tres inviernosel lecho de un hombre, su comidada y bebida, pasaba a ser considerada como su esposa legítima. La esposa que dirigía la casa conservaba siempre la preminencia sobre las demás. En Dinamarca, la reina Bodil se ocupaba personalmente de la ropa y el arreglo de las mujeres que gustaban a su esposo, el rey Erik Ejegod, para asegurarse de que le procuraban más placer. Tal vez no todas las mujeres demostraban la misma devoción, pero se sabe que en el campo las esposas aceptaban sin dificultad la presencia de una o varias concubinas.

COSTUMBRES FUNERARIAS

Los relatos de los viajeros árabes, confirmados y completados con el estudio arqueológico de las naves tumba, permiten conocer bastante bien las costumbres funerarias de los vikingos.   

 Al Massudi cuenta que preparaban piras para quemar a sus muertos, con sus armas, sus joyas y sus caballos.

Ibn Fadlan siguió en 822 los detalles del funeral de un jefe rus (este es el nombre que los árabes y bizantinos daban a los vikingos) a orillas del Volga. La embarcación del muerto fue arrastrada hasta tierra. A bordo, bajo la tienda, se instaló un lecho. Se recubrió la almohada y el colchón con un rico tejido de seda. A continuación, se procedió a asear al muerto. Lo vistieron con uno calzones, calcetines, un par de botas, un caftán y un gorro de brocado bordado en oro. El gorro estaba adornado con pieles de marta. Al terminar, le llevaron al lecho. Dejaron sus armas al lado. Colocaron a su alrededor bebidas alcohólicas, pan, carne, cebolla, frutas y plantas aromáticas. Los rus continuaron luego con una serie de sacrificios rituales matando y despedazando un perro, dos caballos, dos bueyes, un gallo y una gallina, arrojando sus restos sobre la embarcación.

Después uno de ellos se dirigió a las mujeres esclavas del muerto: ¿Hay entre vosotras alguna que quiera morir con él? Una de ellas respondió que sí. Le dijeron que se acercara, lo mismo que a otras dos chicas que habían estado al servicio del muerto, y que le habían acompañado en todos sus desplazamientos. Durante los días que precedieron al de los funerales, la muchacha que había expresado el deseo de morir pareció sentirse dichosa. Bebía, cantaba y estaba alegre. El día de los funerales, los hombres acudieron a visitarla, uno tras otro en su alojamiento. Luego, la condujeron a una especie de pódium. Por tres veces, los hombres la levantaron en brazos. El que traducía sus palabras, dicho la primera vez: Mirad, he aquí a mi padre y mi madre. La segunda vez: Mirad, he aquí reunidos a todos mis parientes que han desaparecido. Y la tercera vez: Mirad, he aquí a mi dueño en el reino del Más Allá. ¡Todo está verde y hermoso! Me llama. Dejadme ir a reunirme con él.

Entonces la condujeron hasta el barco funerario. Empezó por quitarse las dos pulseras que llevaba en las muñecas y tenderlas a la anciana encargada de matarla, a la que llamaban el Ángel de la Muerte. También se quitó las dos argollas que adornaban sus pies y las dio a dos muchachas, las Hijas del Ángel de la Muerte. Cuando la subieron a bordo de la embarcación funeraria, llegaron hombres portadores de escudos y palos. Tendieron a la muchacha una copa llena de una bebida alcohólica. Ella se tomó el contenido y empezó a cantar. El que traducía sus palabras dijo que era su canción de despedida. Después de que los hombres le entregaran una segunda copa, que bebió sin dejar de cantar, la anciana le dijo que se diese prisa en apurarla y que entrase en la tienda funeraria donde yacía su señor. La muchacha se asustó y se limitó a meter la cabeza por la abertura de la tienda. La anciana la hizo entrar por la fuerza, y los hombres se apresuraron a ahogar sus gritos, asestándole golpes con los palos y los escudos. Temían que, al oír sus gritos, las otras muchachas se aterrorizasen y se negasen a compartir la suerte de sus amos cuando les llegara el momento.

Seis hombres penetraron en la tienda, uno tras otro y tuvieron relaciones sexuales con la joven esclava. La acostaron después al lado de su señor. Mientras dos hombres le sujetaban las manos y otros dos los pues, la vieja le rodeó el cuello con un lazo, cuyos extremos tendió a los dos hombres. A continuación, el Ángel de la Muerte tomó un gran cuchillo y lo hundió entre las costillas de la víctima, mientras los dos hombres situados a ambos lados tiraban con fuerza de lazo, hasta producirle la muerte. Cuando acabaron, se prendió fuego a la embarcación funeraria y la enterraron bajo un túmulo.  

RELIGIÓN VIKINGA

La mitología nórdica evolucionó de manera distinta según los lugares y las épocas. Los dioses de los escandinavos estaban lejos de ser perfectos y eran mortales. Recurrían normalmente a la trampa y la mentira y, cuando no luchaban entre sí, se pasaban la mayor parte del tiempo organizando conspiraciones unos contra otros. ( de los dioses vikingos os hablaré en otra entrada)

En los pueblos nórdicos la religión no era coactiva. Por razones de tradición, se contentaban con profesar un culto a ciertos dioses. La práctica se limitaba a libaciones o sacrificios. Los escandinavos desconfiaban mucho de los genios malévolos y procuraban no predisponerles en su contra.

La religión influyó sobre el comportamiento de los vikingos. La exaltación de las virtudes guerreras, la felicidad eterna prometida a los que morían bravamente en el combate contribuyeron a desarrollar su instinto belicoso y a transformarles en temibles guerreros. Careciendo de dogmas y de un dios único, no eran hostiles a las creencias de los demás, así que permitían la entrada a otros dioses si su contribución parecía eficaz.             

REFERENCIAS

MITOLOGÍA NÓRDICA IESJOVELLANOS.COM

LOS VIKINGOS PIERRE BARTLÉLEMY

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